sábado, 21 de abril de 2007

20/04/07 - Flia. Alzamendi, una triste realidad.

ESTÁ EN VOS PRESENTA...

...la historia de una familia que nunca consiguió pensar con su propio cerebro. Siempre les fue más sencillo opinar lo que le decían que opinen y adaptarse a la onda del momento.

Papá Carlos era un soñador. Criado en el seno de una familia acomodada y conservadora, juró toda su vida no ser como su padre. A mediados de los sesenta, comprobó que el mundo no era tal cuál se creía y pensó que nada era imposible. Mientras se disponía a averiguar si aquella premisa era cierta o no, probó toda clase de ácidos y fumó toda clase de hierbas. Sí, sin dudas en esa época era todo un soñador.
Llegaron los setenta, y Carlos, un adelantado a su época, comenzó a darse cuenta cómo era la movida en nuestro país. Cambió sus ideales por aquellos viejos principios conservadores que se pasó la vida diciendo evitar. Estudió, se recibió y hasta avaló decenas de disposiciones tomadas por las juntas militares...

- Che Carlos, ¿viste que desapareció Sergio, el alumno de cuarto año con el que hablamos ayer?
- ¿Sí? ¿Estás seguro? ¿No se habrá ido de viaje o algo así?
- No, hoy hablé con los padres.
- Ah, mirá vos. Qué se yo Juan, yo hacia rato que lo veía medio rarito. Algo habrá hecho loco, es así.

A comienzos de los 80, Carlos perdió definitivamente lo poco que le quedaba de claridad mental. Con un clásico brote de seudo-nacionalismo argento, aprobó sin chistar el desembarco militar en puerto argentino, con el que se daría comienzo a la guerra de malvinas. Paradójico, sin dudas, ya que unos años después, y en la misma plaza, Carlos retomó su confianza en aquello que daban en llamar democracia. De todas maneras, serian los primeros indicios de una enorme serie de paradojas de la gran mayoría de la gente de su misma generación.
Uno años más tarde, Carlos, quién ya trabajaba en su propio consultorio, se inclinó a favor de la convertibilidad, se cambió a una AFJP y pensó que la solución a todos los problemas venían de la mano de las privatizaciones. En su círculo íntimo pasó a ser conocido como "Charlie", mantuvo relaciones extramatrimoniales con su secretaria y realizó tours cada semestre a Punta del Este y Miami. Él, al que siempre le había gustado la ropa sobria y poco llamativa, comenzó a vestir camisas floreadas y varias pulseras de oro puro. Entendió que se estaba obligaba a ostentar, y nuestro soñador Charly aprobó calladito aquella premisa impuesta.
Ya en el 2001 Carlos (nuevamente llamado por su verdadero nombre, ya habia pasado la vieja moda) comenzaba a entender varias cosas y censuraba, poco a poco, el mismo regimen que apoyo incondicionalmente la década pasado.
A comienzos de 2002 recapacitó y por primera vez no aprobaría sin chistar lo que el momento propuso. Fue a protestar a bancos y se movió como nunca por una causa que consideró popular. Claro, a Carlos le habían tocado su propio bolsillo...ahora sí habia motivos suficientes para salir a protestar....
Con la llegada de Néstor Kirchner al poder y con él los indicadores record de recaudaciones, a Carlos, quién se mostraba cauteloso a la hora de opinar acerca del nuevo presidente, le comenzó a gustar este nuevo personaje que venia del sur con un discurso progre y muchas prácticas de un pasado no tan distante (la década pasado, por si no se entiende).
Como a muchos de sus colegas y rivales, Carlos inundó sus charlas de café o la sobremesa de los Domingos con una nueva prédica: de pronto, los pobres y marginados tenian cabida en sus palabras. Muchas de esas personas que cayeron en desgracia por un modelo que Carlos (como la mayoria) habia aprobado, eran ahora las inocentes victimas fruto de políticas sociales y económicas a las que se debe aborrecer (en esta época, desde ya).

Y así, Carlos sigue contento con su vida. Este sistema le permite sentir que no hay excluidos y él, puede volver a viajar a Punta del Este y mostrar todos los bienes materiales que el boom económico le permite adquirir.
Cuando llega a alguna esquina y un muchacho le pide unas monedas, él baja el vidrio polarizado de su flamante modelo 2007 y, mirándolo desde arriba, como si fuese un ser superior, se siente consternado: “Pobre gente, que país injusto que tenemos”.

NO TE PIERDAS LA PRÓXIMA SEMANA EL SEGUNDO CAPITULO DE LA FAMILIA ALZAMENDI, CON LAS APARICIONES DE LA SEÑORA DE ALZAMENDI Y LOS DOS PARÁSITOS, PERDÓN, HIJOS DE ESTA ADORABLE PAREJA.
AH, DESDE YA, ESTA HISTORIA NO ES PRODUCTO DE LA FICCIÓN Y CUALQUIER SIMILUTUD CON LA REALIDAD, TRISTEMENTE, NO ES PURA COINCIDENCIA.


Posteo de Santi Grandi & Lucas García.